En este artículo conocerás los resultados a largo plazo de una buena interpretación en eventos, conferencias o encuentros donde se requiera.

La función de los intérpretes no es otra que facilitar la comunicación entre personas que no hablan la misma lengua, y hay ocasiones en las que ese diálogo interlingüístico –y, por ende, intercultural– tiene efectos inmediatos o consecuencias duraderas.

Cuando los intérpretes pueden ver la reacción inmediata de alguien que no podría entender a su interlocutor sin nuestro apoyo y, sobre todo, cuando esa comprensión soluciona un problema grave e inminente, la satisfacción de un trabajo bien hecho representa una enorme recompensa para los intérpretes.

Aunque la interpretación comunitaria será tema de otra entrada de este blog, vale la pena reconocer la enorme labor de los intérpretes comunitarios que, en condiciones que generalmente son poco favorables, viven esta experiencia de manera cotidiana: cuando acompañan a alguien al médico, cuando sirven de puente de comunicación en un juicio o en algún otro servicio público.

Los intérpretes de conferencias no siempre pueden ser testigos de los efectos de su trabajo y sólo en contadas ocasiones pueden observar los efectos que su labor ha tenido al paso de los años. Ahora que, en un contexto poco favorable para la paz mundial ante la crisis entre Ucrania y Rusia, festejamos los 55 años del Tratado de Tlatelolco, en CM Idiomas nos sentimos orgullosos de haber puesto nuestro granito de arena para que se creara la primera Zona Libre de Armas Nucleares en el mundo entero, que entró en vigor el 14 de febrero de 1967 y que le valió el Premio Nobel de la Paz al Embajador Alfonso García Robles.

Nuestros intérpretes –muchos de ellos miembros fundadores de la organización que nos dio origen– trabajaron arduamente detrás de los diplomáticos que, tras la Crisis de los misiles en Cuba de 1962, encabezaron las negociaciones que empezaron en 1963 (originalmente con la participación, encabezada por México, de Bolivia, Brasil, Chile y Ecuador) a favor de la Declaración de los cinco presidentes, que se hizo pública el 21 de marzo de 1963

Una Declaración por la que anunciáramos nuestra disposición para firmar un acuerdo multilateral con los demás países de América Latina, en el cual se establezca el compromiso de no fabricar, recibir, almacenar ni ensayar armas nucleares o artefactos de lanzamiento nuclear.

Adolfo López Mateos, presidente de México, 1958-1964

Más adelante, trabajamos en la Reunión Preliminar sobre la Desnuclearización de la América Latina (RUPRAL), celebrada en 1964 en uno de los edificios del IMSS ubicado en San Jerónimo Lídice en la ciudad de México, y en las sesiones que le siguieron hasta la aprobación del tratado de Tlatelolco, firmado 14 de febrero de 1967.

Desde entonces hemos seguido interpretando reuniones sobre este tema: Desde la constitución, del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina (OPANAL) hasta arreglos multilaterales recientes para la no proliferación de materiales y armas de destrucción masiva.

En la fotografía que sirve de presentación para esta entrada de nuestro blog, aparece una de nuestras intérpretes más jóvenes, Janeth Becerra, observando una fotografía de la firma del Tratado de Tlatelolco en la exposición que se montó con motivo del L Aniversario de este importante suceso a la que acompañó a Graciela Cordero, una de las intérpretes que había trabajado en ese mismo lugar 50 años antes.

Fuentes:

Italia Morayta, pionera de la interpretación de conferencias en México

Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina (OPANAL)

Archivo de CM Idiomas

Last modified: marzo 14, 2024